27 noviembre 2006

Cuatro ‘cerebros’ piensan mejor que dos

Puede que la ley de Moore, que viene a decir que la capacidad de proceso que se puede conseguir por un determinado precio se duplica cada 18 meses, no sea una constante ineludible. El propio creador anunció hace unas semanas que posiblemente habría que reformularla dentro de poco debido a que la miniaturización de los transistores empieza a rozar los límites de la física convencional. Pero lo cierto es que la ley, hoy por hoy, sigue dando en el clavo a la hora de calcular el avance de la informática. No hace mucho salieron los primeros ordenadores equipados con procesadores de doble núcleo, es decir, con dos «cerebros». Gracias a esta tecnología los ordenadores podían realizar dos tareas de forma simultánea sin que se viera afectado el rendimiento en ninguna de ellas.
Ahora, meses más tarde, llegan los primeros equipos de cuatro cerebros. Intel presentó la pasada semana cuatro procesadores Xeon —destinados a servidores y estaciones de trabajo— y un procesador doméstico capaces de realizar cuatro tareas de forma simultánea. Esta capacidad no se traduce directamente en un rendimiento cuatro veces superior, pero sí en una mayor soltura a la hora de trabajar con varios programas abiertos al mismo tiempo, una realidad muy común en el mundo multitarea en el que vivimos. «El rendimiento real de los nuevos procesadores depende mucho de los programas que se estén utilizando y de si estos están de verdad preparados para aprovechar las ventajas del núcleo múltiple», asegura Antonino Albarán, director tecnológico de Intel. En el hogar los más jugones serán los primeros en sacar partido a la tecnología. Desde la llegada de los ordenadores de múltiple núcleo la industria del ocio electrónico ha sido la que más se ha volcado con la nueva arquitectura. Para los juegos, tener varios núcleos de proceso es una ventaja. Así, mientras uno de los núcleos puede calcular los parámetros habituales del juego otro puede dedicarse, en exclusiva, a la inteligencia artificial de los oponentes o la música, por ejemplo.
El procesador Intel Core 2 Extreme de cuatro núcleos QX6700, uno de los anunciados, está pensado, precisamente, para este tipo de usuarios y permite incluso jugar con la velocidad de reloj interna para mejorar el rendimiento —una técnica que en el mundo de la informática se conoce como overclocking y que aumenta el consumo de los procesadores y el calor que éstos desprenden—. «Para los usuarios con menos exigencias y para el mercado de sobremesa doméstico y de oficina tradicional presentaremos una gama específica de procesadores de cuatro núcleos, los Core 2 Quad, a principios del año que viene», comenta Albarán, que también reconoce que fuera del mercado del ocio electrónico aún son pocas las aplicaciones preparadas para sacar el máximo partido a la arquitectura de núcleo múltiple. Aun así, los usuarios de equipos con cuatro núcleos verán como mejora el rendimiento gracias a la posibilidad de repartir la carga de trabajo del ordenador entre los diferentes centros de proceso. Los nuevos procesadores duplican también la memoria caché —la de acceso más rápido— hasta los 8 MB y permiten añadir más memoria RAM a los sistemas, características que serán de agradecer con el nuevo sistema operativo Vista de Microsoft.
Los cuatro núcleos en equipos sobremesa serán habituales a lo largo de 2007. AMD, el principal competidor de Intel, presentará también su versión de procesador de cuádruple núcleo a finales de este mes y principios de diciembre. Se espera que estos nuevos procesadores estén orientados a servidores. La versión portátil de este tipo de procesadores, sin embargo, podría hacerse esperar, y es que estos procesadores consumen más energía que los de doble núcleo que ahora se utilizan. Aunque la relación consumo/velocidad del cuádruple núcleo es mucho mejor que la de un procesador de doble núcleo, ese pequeño aumento del consumo hace poco práctico su uso en portátiles. De hecho, la nueva versión de Centrino que prepara Intel para primavera de 2007 —nombre en clave Santa Rosa— mantendrá los procesadores Core 2 Duo actuales y buscará mejorar el rendimiento con avances en la velocidad del bus de datos y la inclusión de mejores módulos de comunicaciones, compatibles con la tecnología 802.11n. A largo plazo, sin embargo, los responsables de las compañías no dudan que la arquitectura de cuádruple núcleo se colará también en los maletines de trabajo.
La apuesta por la multiplicación de las unidades de proceso parece firme y en los planes de Intel y AMD ya se vislumbran chips con seis y ocho unidades de proceso trabajando de forma simultánea. En el laboratorio se han llegado a crear procesadores de 80 núcleos capaces de otorgar a un ordenador de sobremesa una capacidad de cálculo de un teraflop —un billón de operaciones de coma flotante por segundo—. En 1996 ésa era la capacidad de cálculo del ordenador más potente del mundo.