05 diciembre 2006

Los secretos del ordenador más antiguo del mundo

El primer ordenador de la historia no nació hace unas cuantas décadas, sino hace más de 2.000 años.
Científicos griegos y extranjeros han descifrado después de un siglo el enigma de la llamada Máquina de Antikitira, el conocido como ordenador más antiguo del mundo y encontrada en un naufragio de la antigüedad en las costas de la isla de Antikitira, en el sur de Grecia.
Después de un siglo de estudios desde que buceadores de esponjas de la isla griega de Simi lo hallaron en el fondo del mar, en el sur de Grecia, han llegado a la conclusión que el ingenio de metal de complicadas combinaciones de engranajes viene a ser un ordenador y un aparato para la astronomía. "El mecanismo es para la tecnología, lo que la Acrópolis de Atenas es para la arquitectura", asegura Ioanis Sidarakis, de la Universidad Aristóteles de Salónica.
Entre las revelaciones hechas con nuevos métodos para descifrar el uso del mecanismo, se destaca que los antiguos hacían referencias a lugares geográficos, como Alejandría y España. Ésta es la referencia más antigua registrada hasta ahora sobre la Península Ibérica. Así lo afirma el astrónomo griego, Xenofondas Musas, director del departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Atenas, durante la presentación de los resultados de los estudios sobre la reliquia de Antikitira. Asimismo, Musas asegura que "si la antigua Grecia no hubiera sucumbido a manos de Roma, podría haber enviado el hombre a la luna en unos pocos siglos".
El instrumento de Antikitira podía ya hacer cálculos de astronomía y determinar la posición de los planetas desde el siglo I a.C, cuando se estima que este primer ordenador de la historia se construyó en la isla griega de Rodas. Los científicos han coincidido en que se trata de una evolución del planetario construido por Arquímedes y de las construcciones megalíticas de Stonehenge en Inglaterra, que calculaban la alineación de los planetas. "En nuestros estudios utilizamos los métodos más modernos y ante la técnica de la máquina de Antikitira nos sentimos avergonzados", declara Mike Edmunds, otro miembro del equipo de científicos de la Universidad de Cardiff (Reino Unido).
A partir de septiembre de 2005, la compañía estadounidense de ordenadores Hewlett-Packard contribuyó a la investigación con un sistema de reproducción de imágenes, que facilitó la lectura de textos, que eran ininteligibles debido al paso del tiempo. Además, otra empresa aportó un escáner Blade Runner de alta tecnología de unos ocho toneladas que se montó en Atenas con el sólo propósito de leer superficies tan finas que con otros métodos hubiera sido imposible descifrarlas.